lunes, 14 de octubre de 2013

Seis puntos de vista de la Cognición Encarnada


Para Wilson (2002) los procesos cognitivos se relacionan estrechamente mediante  la interacción del cuerpo con el entorno determinando de esta forma los aspectos del conocimiento. Esta teoría otorga al cuerpo un papel protagónico en los procesos cognitivos de la mente, con ello defiende que no es posible tener una capacidad mental o procesos cognitivo alguno, sin que esta esté totalmente encarnada y corporalmente relacionada al medio.
La teoría de la cognición encarnada indica que no solo es la mente la que trabaja en los problemas abstractos, sino que en los procesos cognitivos se requiere del cuerpo para que funcione, tomando como puntos de apoyo sensorial las funciones motoras y la interacción con el medio. En la medida que el ser humano conoce e interactúa armoniza su cuerpo y mente para el desarrollo de los procesos cognitivos afirmando o  generando nuevas estructuras de pensamiento ya generación de nuevos aprendizajes.

La autora distingue y evalúa estas condiciones para la cognición encarnadas seis argumentos sobre el conocimiento: La cognición es situada en el contexto real, e implica la percepción y la acción; se da bajo presión generando acciones  en momentos específicos y sobre la marcha;  carga cognitiva en el medio ambiente en tiempo real disminuyendo la carga de trabajo cognitivo; acoge al entorno como parte del sistema cognitivo; la cognición es para la acción siendo guiada por la mente; por último se basa en el cuerpo  bajo un procesamiento sensorial y motricidad controlada destacando las imágenes mentales, la memoria de trabajo (a corto plazo), la memoria episódica (a largo plazo), la memoria implícita, el razonamiento y la resolución de problemas.

Referencia:

  Wilson, M. (2002). Six views of embodied cognition. Psychonomic Bulletin & Review, 9 (4), 625-636.

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